Tras recibir la alerta, las tropas implementaron un dispositivo de seguridad, acordonando el área y suspendiendo temporalmente el tráfico vehicular. El equipo antiexplosivos EXDE, con el apoyo de un binomio canino, inspeccionó el objeto y determinó que se trataba de un señuelo sin carga explosiva, diseñado para generar terror y zozobra en la comunidad. A pesar de ser un señuelo, el artefacto fue destruido de manera controlada para evitar su reutilización. El Ejército Nacional rechazó estas acciones intimidatorias y destacó el papel crucial de la Red de Participación Ciudadana como un aliado estratégico para la detección temprana de amenazas y la prevención de actos que pongan en riesgo a las comunidades.