A partir de ese momento, la vida del canino cambió drásticamente.

Fue acogido por el equipo veterinario de la Universidad Remington en Medellín, donde no solo recibió atención para sus graves lesiones, sino también un nuevo nombre, ‘Bizcocho’, marcando el inicio de su recuperación. El caso generó una ola de solidaridad, con decenas de familias e instituciones ofreciéndose a adoptarlo. Finalmente, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, confirmó que el perro sería entregado al Departamento de Policía de Antioquia, donde se le otorgó el título simbólico de ‘Coronel Bizcocho’ en reconocimiento a su valentía. Mientras el perro avanza en su recuperación física y emocional, el proceso judicial contra su agresor sigue su curso; Oviedo aceptó los cargos por el delito de maltrato animal agravado. Este caso se ha convertido en un precedente sobre la respuesta ciudadana y estatal frente a la crueldad animal en el país.