Los exámenes han mostrado alteraciones en su actividad cerebral y dos fracturas de pelvis que no pueden ser intervenidas quirúrgicamente.

Los médicos habían fijado un plazo para evaluar su recuperación neurológica, pero la familia insiste en mantener el soporte vital. Juana Torres, prima de los menores, aclaró firmemente la postura de la familia: “El diagnóstico de nuestro niño es reservado.

Está en exámenes, en cuidados intensivos y están haciendo lo mejor posible para su recuperación.

Lo de la desconexión es totalmente falso”. La familia no solo se sostiene en su fe, sino también en el apoyo de la comunidad.

“Estamos aferrados a un milagro.

La gente ha sido tan solidaria con nosotros, todos están a la espera”, declaró la prima.

Este espíritu de solidaridad, manifestado en velatones y mensajes de apoyo, ofrece un rayo de luz en una situación de profundo dolor, mientras exigen celeridad en el proceso judicial contra el conductor responsable.