La reacción pública fue inmediata y contundente, llevando al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, a ofrecer una recompensa de 50 millones de pesos por información que condujera al responsable.
La presión ciudadana fue tan efectiva que el agresor, Fernando Alonso Oviedo Sánchez, se entregó voluntariamente a las autoridades en Yarumal, Antioquia.
Sorprendentemente, llegó con un perro que, según él, era el mismo del video. La confirmación de que el animal había sobrevivido vino de un análisis forense veterinario de la Universidad Remington, que determinó la compatibilidad entre el perro maltratado y el entregado. Los especialistas diagnosticaron al canino con un daño neurocognitivo severo y múltiples politraumatismos, pero confirmaron que estaba fuera de peligro. El caso marcó un precedente al ser la primera vez que se aplicaba una prueba pericial de este tipo en un hecho de maltrato animal bajo la nueva Ley Ángel. La historia de 'Bizcocho', cuyo nombre original era “Sicario”, se convirtió en un símbolo de resiliencia y de la efectividad de la movilización social, que no solo aseguró la supervivencia y futura adopción del animal, sino que también forzó una respuesta judicial contra el agresor.













