Perdió el equilibrio y cayó al vacío”.

La fortuna jugó un papel crucial en este incidente, ya que el pequeño aterrizó sobre una zona ajardinada del conjunto residencial. Esta superficie blanda absorbió gran parte del impacto, una circunstancia que, según las autoridades, “amortiguó el impacto y probablemente salvó su vida”.

A pesar de la altura de la caída, el menor solo sufrió lesiones leves en sus extremidades inferiores.

Inmediatamente después del suceso, fue trasladado a un centro asistencial, donde los médicos confirmaron que su estado es estable y se encuentra fuera de peligro. Este caso, aunque tuvo un desenlace afortunado, ha servido como un recordatorio contundente sobre los peligros de dejar a los niños sin supervisión, incluso por cortos períodos.

Las autoridades han reiterado el llamado a los padres y cuidadores a extremar las precauciones para prevenir accidentes domésticos que pueden tener consecuencias fatales.