La intervención casual de un motociclista evitó el secuestro de un niño de 13 años en el barrio Potosí de Ciudad Bolívar, en Bogotá. El acto, captado por una cámara de seguridad, destaca cómo la presencia de un ciudadano puede desarticular acciones criminales en curso. El suceso, ocurrido en la mañana del 6 de noviembre, quedó registrado en un video que muestra al menor caminando hacia el colegio cuando un vehículo blanco se detiene y un hombre desciende para intimidarlo. Según el relato de la madre de la víctima a Citytv, el delincuente amenazó al joven con un arma de fuego para forzarlo a subir al automóvil. “Lo aborda, lo amenaza para que se suba al carro y que si no, le pega un tiro”, aseguró la mujer. Justo en ese momento, la aparición de un motociclista que subía por la calle empinada interrumpió la acción criminal. El agresor, al percatarse de la presencia del motociclista, manoteó y abordó rápidamente el vehículo, que huyó del lugar. La madre del menor está convencida de que fue la intervención del conductor de la moto lo que impidió el secuestro: “Gracias a que un motociclista iba subiendo en el momento.
Impide la acción y los tipos huyen”.
Este acto de heroísmo anónimo subraya la importancia de la presencia ciudadana como factor disuasorio del delito. Sin embargo, la historia tomó un giro preocupante, ya que la familia del menor denunció haber recibido intimidaciones anónimas exigiéndoles que eliminaran el video de las redes sociales, lo que pone de manifiesto el riesgo que enfrentan las víctimas al exponer públicamente a los delincuentes y la fragilidad de su seguridad tras un evento traumático.
En resumenLa intervención oportuna de un motociclista anónimo fue crucial para frustrar el intento de secuestro de un menor en Bogotá. Aunque el acto heroico evitó una tragedia, la familia de la víctima ahora enfrenta amenazas por haber difundido el video, lo que evidencia los peligros asociados a la denuncia ciudadana.