Su repatriación y recuperación habían sido anunciadas por el presidente Gustavo Petro.

Jonathan Obando Pérez, de 34 años, fue el único sobreviviente del ataque ocurrido el 18 de octubre. Fue repatriado a Colombia en grave estado de salud, con un trauma craneoencefálico, y fue internado en el Hospital de Kennedy en Bogotá. El incidente forma parte de una controvertida "operación contra el narcoterrorismo" de Estados Unidos, que ha dejado un saldo de casi 70 muertos, calificados por la ONU como posibles ejecuciones extrajudiciales. A su llegada, el ministro del Interior, Armando Benedetti, había afirmado que Obando sería procesado por presunto tráfico de drogas. Sin embargo, tras ser dado de alta el 28 de octubre, la situación legal de Obando dio un giro. La Fiscalía General de la Nación solo abrió una indagación preliminar y, según informes, no se abrirá un proceso formal en su contra, ya que las autoridades no han encontrado "material probatorio ni testimonial que pueda indicar que esta persona cometió un delito en territorio nacional". Este desenlace representa un alivio para el individuo, cuya vida estuvo en grave peligro en un suceso de repercusiones internacionales.