El proceso de nacimiento fue un desafío técnico para el equipo de biólogos y veterinarios del parque. Según Fernando Castro, director de gestión de biodiversidad, la cría pesó 203 gramos al nacer, tras 62 días de incubación y un complejo proceso de eclosión que duró 66 horas y requirió una asistencia final de 18 minutos.

Para evitar el contacto humano y facilitar una futura reintroducción a su hábitat natural, su alimentación se realiza utilizando títeres.

Este éxito confirma la efectividad de los protocolos de manejo reproductivo del programa y es el resultado de una colaboración entre diversas entidades, incluyendo la CAR, la CAS, Corpoguavio, Parques Nacionales Naturales y el Ministerio de Ambiente. La Fundación ha invitado a la ciudadanía a sumarse a la causa a través de la iniciativa "El vuelo de Rafiki", que busca recaudar fondos para la conservación del cóndor y el oso de anteojos.