Diez de los perros estaban en un entorno de higiene precaria y sin acceso a comida ni agua, y otros tres presentaban un avanzado estado de desnutrición. Inmediatamente, los animales fueron rescatados y puestos a disposición de un centro especializado para recibir atención veterinaria urgente e iniciar un proceso de rehabilitación. A raíz de estos hechos, la Fiscalía General de la Nación, a través del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), inició una investigación que culminó con la imputación del delito de maltrato animal a Eduardo Rodríguez Madriñán, señalado como el responsable de los caninos. Aunque el imputado no aceptó los cargos, el caso avanza y sirve como un recordatorio del marco legal que protege a los animales en Colombia.