Más de 800 estudiantes de la zona se verán directamente beneficiados, teniendo a su disposición miles de contenidos educativos que antes eran inaccesibles.

Este proyecto representa un avance significativo en la lucha por la equidad educativa en Colombia, demostrando cómo la colaboración entre el sector privado, representado por la Fundación Terpel, y el sector público, a través del Ministerio de Educación, puede generar un impacto tangible.

Al proporcionar herramientas de aprendizaje modernas en territorios históricamente apartados, se abren nuevas oportunidades para el desarrollo académico y personal de los jóvenes, contribuyendo a reducir las desigualdades estructurales que afectan a las zonas rurales del país. La iniciativa no solo entrega tecnología, sino que también fomenta la autonomía en el aprendizaje y prepara a los estudiantes para un mundo cada vez más digitalizado.