Esta estrategia busca anticipar riesgos y promover un ambiente seguro para las familias.

Los artículos describen una estrategia integral denominada “Día dulce, diversión con precaución”, que implica el despliegue de más de 43.000 agentes de policía en todo el país. El plan incluye actividades pedagógicas, la distribución de información sobre rutas de atención y patrullajes preventivos en zonas residenciales, parques y centros comerciales.

Las autoridades ofrecen una serie de recomendaciones a las familias para garantizar una celebración segura, como planificar rutas seguras para pedir dulces, asegurar que los niños estén acompañados por un adulto responsable, moderar el consumo de golosinas y verificar que estas estén debidamente empacadas y sean seguras.

Adriana Velásquez, subdirectora del ICBF, aconseja: “Queremos que los niños disfruten, pero con cuidado”.

La presencia policial tiene como objetivo prevenir riesgos y responder de inmediato ante cualquier emergencia. La campaña también advierte sobre el uso de disfraces inflamables o con accesorios peligrosos y recomienda no publicar la ubicación de los niños en tiempo real en las redes sociales. Este esfuerzo conjunto refleja un enfoque proactivo de las instituciones nacionales para proteger a los menores durante una festividad que implica altos niveles de interacción pública.