Al regresar, descubrió que tanto el vehículo como la perrita habían sido robados. La familia inició una búsqueda desesperada, destacando la avanzada edad del animal y su importante rol como compañía emocional. La situación dio un giro positivo cuando recibieron una videollamada de unas personas que habían encontrado a la perrita en el sector de La Valvanera, en el municipio de Chía, Cundinamarca. Según los artículos, uno de los hijos de la dueña se dirigió al lugar para recoger a la mascota, lo que permitió un emotivo reencuentro. Aunque los artículos no especifican si el vehículo fue recuperado, la historia resalta el fuerte vínculo entre las personas y sus mascotas, así como la bondad de los extraños que facilitaron la reunión.