Esta tecnología permite llevar servicios básicos a comunidades en terrenos complejos donde la construcción subterránea es inviable.

En las zonas más empinadas de Medellín, donde las calles angostas y la geografía compleja son un obstáculo, el acceso al agua potable y al saneamiento básico ha sido un desafío histórico. Para superar estas barreras, el programa implementa un sistema de redes aéreas que garantizan una conducción estable y segura del agua. Gracias a esta tecnología, 1.415 hogares de barrios como Altos de la Virgen, Blanquizal, Brisas del Edén, Buenavista, La Cruz–El Hoyo y Montañita, entre otros, ya disfrutan de un servicio continuo y de alta calidad. Manuela García Gil, subsecretaria de Servicios Públicos, destacó que detrás de estos avances hay un trabajo coordinado con EPM y líderes comunitarios.

Rudys Restrepo, residente de Altos de la Virgen en la comuna San Javier, celebró el cambio: “Los beneficios son muchísimos. Poder abrir la llave y encontrar un vaso de agua limpia, a tiempo, es una tranquilidad. Antes se retrasaban los oficios de la casa, como lavar la ropa, por la falta de agua.

Ahora estamos felices de tener un servicio legal”.

En el último año, 5.000 familias se conectaron formalmente al sistema, y se han construido 6,6 kilómetros de redes de acueducto y 8,9 de alcantarillado en el componente comunitario.