Durante las sesiones, los participantes reflexionaron sobre la importancia del transporte público y la preservación de la identidad cultural de la localidad. A través de actividades prácticas, los nuevos guardianes aprendieron a promover el respeto por el espacio público, el buen uso de las estaciones y la sana convivencia entre los usuarios. La ceremonia de graduación, realizada en el barrio Paraíso, no solo celebró el compromiso de los participantes, sino que también incluyó una jornada lúdica donde se revivieron juegos tradicionales como la bolirana, el tejo y el trompo, demostrando que el cuidado del sistema también implica fortalecer los lazos sociales y emocionales de la comunidad. Cada Guardián Vigía se convierte así en un embajador del respeto y el orgullo por un sistema que es vital para su territorio. Con esta graduación, La Rolita reafirma su compromiso con la cultura comunitaria, destacando que el transporte público es más que un medio para mover personas; es un eje de cohesión social.