El programa, que se ha desarrollado desde 2010, ha impactado a cerca de 1.000 niños a través de 33 clubes en distintas instituciones educativas y comunidades de la ciudad. Durante tres meses de formación teórico-práctica, los participantes de La Boquilla aprendieron sobre la cultura del agua, la importancia de la legalidad en los servicios públicos, la salud pública y el uso adecuado del sistema de alcantarillado. El evento de clausura, realizado en el campo de sóftbol del corregimiento, contó con la presencia de directivos de la empresa, rectores, representantes de entidades de salud y líderes comunitarios. John Montoya, gerente general de Aguas de Cartagena, destacó el impacto del programa: “El verdadero impacto de este programa es que los niños se convierten en agentes multiplicadores de buenas prácticas ambientales en sus comunidades”. La jornada final incluyó un rally de conocimiento ambiental, donde los niños pusieron a prueba lo aprendido, y una ceremonia de entrega de certificados que reconoció su compromiso y liderazgo. Con una inversión cercana a los 500 millones de pesos, esta estrategia pedagógica se consolida como un pilar en la construcción de un futuro más sostenible para Cartagena.