La respuesta fue inmediata y coordinada, involucrando a más de 80 trabajadores y 180 voluntarios del Metro, quienes trabajaron día y noche para estabilizar el terreno. Se utilizaron más de 650 toneladas de materiales, incluyendo grandes bolsas con piedra y concreto, para rellenar la socavación.

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, destacó el esfuerzo colectivo: “Aquí se está trabajando a toda marcha, no se ha parado, día y noche”.

Por su parte, el gerente del Metro, Tomás Elejalde, explicó la rigurosidad del proceso: “Es un lleno estructural, el material tiene que ser un material seleccionado”. Tras finalizar el relleno y la reinstalación de los rieles, se realizaron pruebas con trenes de carga de hasta 60 toneladas para confirmar la seguridad y estabilidad de la vía, permitiendo la reanudación del servicio el domingo 26 de octubre. Aunque la ciudad celebró la rápida solución, también lamentó la muerte de un contratista que fue arrollado por un conductor en estado de ebriedad en la zona de las obras, un hecho que enlutó el exitoso operativo.