Además, el Ensamble Artístico del FICC ha descentralizado sus actividades, llegando a localidades como Ciénega y Pauna.

En Ciénega, más de 120 niños y jóvenes participaron en una jornada artística, mientras que en Pauna, más de 400 personas disfrutaron de un encuentro de música y danza. La coordinadora de descentralización, María Isabel Rodríguez, destacó la entusiasta acogida de las comunidades, señalando que “los más pequeños bailaron, cantaron y se maravillaron al descubrir que el arte sigue surgiendo con la misma fuerza y berraquera con la que se cultivan las tierras boyacenses”. Esta estrategia no solo enriquece culturalmente a las zonas rurales, sino que también impulsa las economías locales y el turismo.