El proceso, que involucra a jóvenes entre los 14 y 28 años, ha generado una notable expectativa en diversas regiones.

En Antioquia, por ejemplo, se han habilitado 759 puntos de votación con 2.562 mesas para más de 1.5 millones de jóvenes.

El secretario de Gobierno del departamento, Luis Fernando Begué, describió la jornada como “una fiesta para los jóvenes del país”, destacando que estos consejos “los acercan a los gobiernos municipales y departamentales para que ellos puedan expresar sus inquietudes”. De manera similar, en el Valle del Cauca, se ha dispuesto un dispositivo de más de 2.200 uniformados de la Policía y el Ejército para garantizar la seguridad durante los comicios.

La gobernadora Dilian Francisca Toro motivó a los jóvenes a participar en esta “fiesta democrática”.

En municipios como Bello y Chía, las administraciones locales han realizado campañas de pedagogía para incentivar el voto, informando sobre los más de 98 mil y los 18 puestos de votación habilitados, respectivamente.

El proceso busca no solo elegir representantes, sino también fomentar una cultura de liderazgo y responsabilidad cívica.

Para incentivar la participación, las autoridades han recordado los beneficios que otorga el certificado electoral, como descuentos en matrículas de educación superior, en la expedición del pasaporte y una reducción en el tiempo de prestación del servicio militar, entre otros. Con miles de candidatos inscritos a nivel nacional, estas elecciones se consolidan como un mecanismo clave para que la voz de la juventud incida directamente en la construcción de políticas públicas en sus territorios.