Este programa se destaca por su enfoque participativo, donde las propias comunidades organizadas actuarán como gestoras del proceso.

La ministra de Vivienda, Helga María Rivas Ardila, celebró este modelo al afirmar que permite "trabajar de manera horizontal con las comunidades, para escucharlos, para trabajar en diálogo, para aprender de sus procesos constructivos".

Del total de intervenciones, 2.000 se realizarán en zonas rurales y 1.200 en áreas urbanas, abarcando municipios como Alto Baudó, Quibdó, Riosucio e Istmina. Además del impacto en la calidad de vida de los damnificados, el proyecto generará 1.502 empleos, incluyendo 97 supervisores que recibirán capacitación del Ministerio para garantizar la correcta ejecución de las obras. La gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba Curi, destacó la importancia de esta alianza que reconoce la capacidad de las autoridades étnico-territoriales para administrar los recursos. Esta inversión se suma a los más de 340 mil millones de pesos que el Ministerio ha destinado al Chocó en proyectos de vivienda, agua potable y saneamiento básico durante la actual administración, beneficiando a cerca de 300 mil personas.