Durante su discurso, la mandataria resaltó cómo la educación puede transformar vidas y construir puentes en los entornos más difíciles. “Lo que ustedes han logrado nos enseña que la verdadera libertad nace en el espíritu y en la capacidad de transformar la propia historia”, expresó Matiz, quien agradeció a la Uniminuto por llevar su misión educativa “más allá de las aulas para instalarla donde más se necesita”. El programa no solo dotó a los graduandos de conocimientos técnicos en comunicación, sino que también fortaleció habilidades como la expresión, el liderazgo y la reflexión crítica, herramientas fundamentales para la reintegración social de las personas privadas de la libertad y para el desarrollo profesional de los funcionarios del INPEC. La iniciativa continúa, ya que actualmente otros 41 reclusos y 15 guardianes cursan los programas de Administración de Empresas y Comunicación Social dentro del complejo carcelario, demostrando el impacto sostenible de este modelo educativo.