Habitantes del corregimiento de Chiquí, en San Bernardo del Viento (Córdoba), lideraron con éxito el primer piloto nacional de Eco-Reducción del Riesgo de Desastres (Eco-RRD). Esta estrategia, apoyada por el Ministerio de Ambiente y Fondo Acción, utiliza soluciones basadas en la naturaleza para mitigar el impacto de las inundaciones y el aumento del nivel del mar. Durante cuatro meses, las comunidades locales, incluyendo asociaciones como ASOMANGLEBAL y ASOAGROCHI, se enfocaron en tres acciones clave: la limpieza manual de caños y canales, la revegetación de riberas con especies nativas y la creación de un Sistema de Monitoreo Comunitario.
Estas medidas han permitido que las aguas de lluvia fluyan directamente hacia el mar, evitando las inundaciones que históricamente afectaban al corregimiento. Luis Canchila, de ASOMANGLEBAL, afirmó: “Este año la inundación directamente no se hizo aquí en Chiquí, sino que bajó, porque las aguas, con la limpieza de caños que se hizo, pasaron directamente hacia el mar”. Se sembraron más de 11.000 plántulas de mangle y árboles maderables, utilizando técnicas innovadoras como islas flotantes en áreas inundables. Además, se instalaron linímetros y pluviómetros para medir los niveles de agua y generar alertas tempranas, involucrando a estudiantes en el monitoreo.
El proyecto culminó con la firma de un acuerdo de conservación, consolidando a San Bernardo del Viento como un referente nacional en gestión del riesgo comunitaria y adaptación al cambio climático.
En resumenEn San Bernardo del Viento, Córdoba, la comunidad de Chiquí implementó un exitoso proyecto piloto para mitigar inundaciones mediante la limpieza de caños y la siembra de más de 11.000 árboles nativos. Esta iniciativa de Eco-Reducción del Riesgo, apoyada por Minambiente, se ha convertido en un modelo nacional de adaptación al cambio climático basado en soluciones naturales y participación comunitaria.