Estas mejoras no solo optimizan el consumo energético y la capacidad diagnóstica, sino que también representan un ahorro económico significativo para la institución.
La estrategia, denominada ‘Sol para Sanar’, convierte al San Rafael en el primer hospital del país con una instalación de esta magnitud. Los paneles solares, instalados en las terrazas, cubrirán el 27% del consumo energético total, lo que permitirá una reducción de 130 toneladas de CO₂ al año y un ahorro anual cercano a los 60 millones de pesos. El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, destacó el proyecto como un paso hacia un “hospital sostenible” que aprovecha la alta radiación solar de la región. Por otro lado, el nuevo laboratorio clínico fue equipado con sistemas de última generación capaces de procesar hasta 3.000 pruebas de inmunoquímica por hora, una tecnología que, según el gerente Germán Pertuz, solo se encuentra en las principales capitales del país.
Este avance incrementa en un 25% la capacidad de diagnóstico y opera sin consumir agua, un logro ambiental importante.
Adicionalmente, se inauguró la nueva E.S.E.
San Judas Tadeo en Tópaga, con una inversión de 4.554 millones de pesos, beneficiando a más de 5.000 habitantes.