La comunidad de Chiquí, en San Bernardo del Viento (Córdoba), se ha convertido en un referente nacional en adaptación climática. Su proyecto de Soluciones Basadas en la Naturaleza, que reduce el riesgo de inundaciones en esta zona marino-costera, fue implementado con éxito con el apoyo del Ministerio de Ambiente y cooperación internacional. Este proyecto pionero en Colombia se centró en tres acciones clave lideradas por la propia comunidad: la limpieza manual de caños y canales, la revegetación de riberas y manglares para crear barreras naturales, y la puesta en marcha de un sistema de monitoreo y alertas tempranas gestionado por los habitantes. La iniciativa, respaldada por la Embajada de España y coordinada por Fondo Acción, involucró activamente a organizaciones locales como Aso Manglebal, Aso Agrochi y la Junta de Acción Comunal de Chiquí, demostrando el poder de la gobernanza comunitaria. Manuel Enrique Mendoza Banda, representante legal de la JAC, resaltó el impacto tangible del proyecto: “Logramos limpiar y reconectar caños, reforestar manglares y fortalecer la red de monitoreo comunitario.
Esto reducirá las inundaciones que tanto afectaban al corregimiento”.
El éxito de la iniciativa no solo ha mejorado la resiliencia de Chiquí frente a los efectos del cambio climático, sino que también ha fortalecido las capacidades locales. Elizabeth Valenzuela, directora técnica de Fondo Acción, destacó el aprendizaje colectivo y el compromiso de las organizaciones, que firmaron un acuerdo para garantizar la sostenibilidad del proyecto y replicarlo en otras comunidades. Con ello, Chiquí marca un hito en la implementación de estrategias de ecorreducción del riesgo en zonas costeras, demostrando que la protección de los ecosistemas y la participación ciudadana son fundamentales para construir un futuro más seguro.
En resumenEl proyecto de Chiquí en San Bernardo del Viento es un modelo exitoso de adaptación climática con enfoque comunitario, demostrando que las Soluciones Basadas en la Naturaleza y la participación local son herramientas efectivas para reducir la vulnerabilidad ante inundaciones y construir resiliencia.