La iniciativa del Gobierno Nacional no solo busca rescatar el patrimonio ferroviario, sino también impulsar el turismo y la economía de la región con una experiencia que fusiona nostalgia y confort. El proyecto, bautizado como el ‘Tren de la vida y la esperanza’, es parte de una estrategia nacional para reactivar el sistema férreo como medio de transporte sostenible y atractivo turístico. La ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, destacó que, a diferencia de operaciones anteriores de carácter temporal, esta ruta “será una ruta de pasajeros y turística proyectada a ser permanente”. El tren, con capacidad para 156 pasajeros, ofrece una experiencia de lujo a un costo accesible, con tiquetes desde 15.000 pesos, significativamente más económicos que los del Tren de la Sabana.

Sus vagones han sido cuidadosamente restaurados, combinando acabados en madera y luces tenues con comodidades modernas como aire acondicionado y baños de alta gama. Uno de los vagones, denominado “Vagón Legado”, conserva la estructura de antaño con techo de madera y asientos originales restaurados, evocando la edad dorada del transporte ferroviario en Colombia. Este proyecto es uno de los seis priorizados por el Gobierno, para los cuales se destinaron más de 94 billones de pesos, demostrando una apuesta decidida por un medio de transporte que fue emblemático para el país.