La estrategia, que integra lo técnico con lo social, demuestra que es posible devolverle la vida a los ríos y reconectarlos con las comunidades. Durante el foro “El futuro de la gobernanza del agua” en la Universidad de los Andes, el director de la CVC, Marco Antonio Suárez Gutiérrez, presentó los pilares de esta transformación. Uno de los puntos clave fue la construcción de 11 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), nueve de ellas en la cuenca del Cauca, para reducir la carga contaminante. A esto se sumó un ambicioso plan de reforestación con la siembra de más de 11 millones de árboles y la liberación de 4 millones de alevinos en ríos y humedales. Sin embargo, el éxito del proyecto no radica únicamente en las obras de infraestructura.
La CVC impulsó una reapropiación social del río, logrando que las comunidades dejaran de darle la espalda para integrarlo a su vida económica y cultural. La construcción de muelles en Guacarí y Buga recuperó la navegabilidad y fomentó el turismo. Además, se implementaron programas de inclusión social como la entrega de paneles solares, estufas ecológicas y el apoyo a negocios verdes, construyendo soluciones de la mano con alcaldías, empresarios y jóvenes en los Encuentros Ambientales Regionales. Suárez destacó la importancia de blindar estos proyectos de los vaivenes políticos, priorizando el conocimiento técnico, como en la operación del embalse de Salvajina, donde el bienestar colectivo prima sobre los intereses económicos.












