Fundado en 1743, el municipio conserva una notable arquitectura colonial en sus calles empedradas y su plaza principal, rodeada de casas tradicionales. Su patrimonio religioso es evidente en sus 14 capillas y la imponente Iglesia San Joaquín.

El atractivo de Zapatoca no se limita a su casco urbano.

El municipio es un destino ideal para el ecoturismo y la aventura, albergando maravillas naturales como la Cueva del Nitro, perfecta para la espeleología, y la Cascada La Lajita. Además, cuenta con miradores como el Guane y el Yariguíes, que ofrecen vistas espectaculares del Cañón del Chicamocha. La gastronomía local es otro de sus pilares, con platos como el mute santandereano, el cabro al horno y las famosas hormigas culonas, que reflejan la autenticidad de la región. La OMT premió a Zapatoca no solo por su belleza, sino por su enfoque en un turismo que beneficia a la comunidad y preserva su herencia.

Este reconocimiento posiciona al municipio como un destino de clase mundial, donde los visitantes pueden conectarse con una historia viva y un entorno natural privilegiado.