El gerente general de la ILC, Diego Angelillis Quiceno, afirmó que “la sostenibilidad no es un discurso, sino una práctica concreta que transforma vidas”. El proyecto no solo reduce el impacto ambiental, con una disminución de 2.655 kilogramos de CO2, sino que también genera un valor social significativo. Desde su inicio en 2022, el programa ha beneficiado a más de 3.000 estudiantes. Además, la iniciativa impacta positivamente a la cadena de reciclaje, apoyando a más de 10.000 recicladores de oficio que recolectaron los residuos.

Las entregas del mobiliario se realizan por fases en municipios como Manizales, Villamaría, Chinchiná, La Dorada y Marquetalia, entre otros, y se espera que finalicen en octubre. Durante las jornadas, los niños también reciben formación sobre la importancia de la separación de residuos en la fuente.