Este permite realizar inspecciones y reparaciones directamente sobre los componentes de las torres, optimizando la seguridad y disponibilidad del servicio.

Este avance tecnológico no requiere combustible, lo que disminuye emisiones contaminantes y ruido durante los mantenimientos nocturnos.

Además, representa un ahorro significativo, reduciendo los costos anuales de mantenimiento en un 50 %, de más de 2.000 millones de pesos a cerca de 1.000 millones ejecutados internamente, fortaleciendo así la autonomía técnica de Metro Cali.