El gobernador Zuleta expresó su emoción: “Este no es solo un vuelo, es una promesa cumplida.

Ayapel ha esperado décadas para volver a ser protagonista”.

Por su parte, el alcalde Pinedo celebró el acontecimiento como una puerta de entrada para el desarrollo, el empleo y el turismo, afirmando: “Lo que parecía un sueño lejano hoy aterriza con fuerza, y lo hace sobre las alas de la esperanza”. La iniciativa busca integrar a Ayapel en una red turística que incluiría destinos como Mompox y Cartagena, consolidando un corredor en el Caribe colombiano.

Para las comunidades locales, este avance representa una oportunidad tangible de progreso, ya que se espera que la llegada de visitantes impulse la economía de pescadores, artesanos y emprendedores locales. El regreso de los hidroaviones, que en las décadas de 1950 y 1960 fueron un símbolo de modernidad, hoy se reactiva con una visión de desarrollo sostenible y respeto por la naturaleza, proyectando al municipio como un diamante en bruto para el turismo nacional e internacional.