El objetivo es que las familias puedan garantizar su propia alimentación y, a la vez, generar cohesión social.

Para ello, se realizaron 57 encuentros comunitarios tipo olla en diez corregimientos, bajo la metodología de ‘Aprender Haciendo’, donde los beneficiarios compartieron prácticas de cultivo y organización. El programa no se limita a la entrega de semillas; en octubre, cada hogar recibirá materiales para la adecuación de galpones, utensilios de cocina, concentrado, comederos y bebederos, con una valoración superior a 1,4 millones de pesos por familia. Esta iniciativa forma parte de una estrategia nacional con una inversión que supera los 62.000 millones de pesos, de los cuales Prosperidad Social aporta más de 50.000 millones.

En Argelia, la apuesta por las huertas familiares y comunitarias demuestra que la seguridad alimentaria es una condición fundamental para el desarrollo y la dignidad de las familias campesinas.