Con el apoyo incondicional de su madre, Andrea Díaz, y el acompañamiento de la universidad, Ferrer Díaz regresó a las aulas para culminar su carrera. Durante la ceremonia de graduación, en la que 804 nuevos profesionales recibieron su título, su caso acaparó la atención y se convirtió en un mensaje de esperanza. “Mi meta ahora es continuar creciendo profesionalmente”, expresó la joven, agradeciendo a Dios, a su familia y a quienes la apoyaron. El rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Torres Oviedo, destacó que su logro es un reflejo de la capacidad de los estudiantes para “sobreponerse a la adversidad y convertirla en fortaleza”. La historia de Tania se ha difundido como un ejemplo de que la disciplina y la fe pueden transformar los reveses más duros en metas alcanzadas, inspirando a toda la comunidad académica.