Cada CRN tiene la capacidad de atender a 20 niñas y niños junto a su cuidador principal, ofreciendo seguimiento nutricional diario, complementación alimentaria, atención básica en salud y alojamiento digno. La directora general del ICBF, Astrid Cáceres, destacó el cambio en el modelo de atención: “Entendimos que la grandeza del pueblo wayuu les permite manejar directamente los recursos, salvando así la vida de sus niñas y niños. El gran cambio fue, por mandato del presidente Gustavo Petro, hacer las cosas de manera distinta para obtener resultados distintos”. La construcción del centro en Kamana fue un proceso colectivo liderado por 12 comunidades indígenas, mientras que en El Paraíso, las propias familias reunieron los recursos con el acompañamiento del ICBF.

Amílkar Movil, autoridad tradicional de esta comunidad, expresó su satisfacción: “Sabemos que se está apostando por el bienestar de los niños, y para nosotros es muy satisfactorio ver este tipo de programas, ya que era algo que realmente necesitábamos”. Con estas acciones, el ICBF ha atendido a más de 3.500 niños Wayuu en el último año, consolidando una red de 35 CRN activos y más de 120 Unidades Comunitarias de Atención Nutricional en La Guajira.