Durante años, mientras atendía a turistas extranjeros, aprendió inglés y soñó con mostrar la otra cara de su ciudad.
“Muchos no me creían, me decían que era un sueño inalcanzable.
Pero yo sabía que podía lograrlo”, relata.
Con sus ahorros, un préstamo y sus propias manos, levantó Mavilu Coffee Shop, cuyo nombre rinde homenaje a su madre Mariela, a él mismo y a su mascota Luna.
Lo que comenzó como un proyecto personal, rápidamente se integró a las rutas turísticas que buscan visibilizar la transformación de Siloé. Guías comunitarios y colectivos como “Turismo al Barrio” lo incluyeron en sus recorridos, y pronto, visitantes de todo el mundo llegaron para disfrutar de una taza de café con una de las mejores vistas panorámicas de Cali. El reconocido creador de contenido español Frank Cuellar lo describió como “un rincón que hay en Cali que no te esperas para nada”. El éxito de Mavilu Coffee Shop es parte de un renacer colectivo en Siloé, donde el arte urbano y la cultura se han convertido en herramientas de cambio social, demostrando que el turismo puede ser un motor de transformación que genera orgullo, oportunidades y una nueva identidad para la comunidad.











