La dotación responde a una necesidad crítica en un municipio donde muchos estudiantes debían compartir mobiliario dañado o estudiar en condiciones precarias.
El alcalde Luis Trujillo destacó el impacto de la iniciativa: “Hoy no solo estamos equipando aulas, estamos dando un mensaje de esperanza.
Queremos que cada niño se sienta digno en su espacio de aprendizaje”. La colaboración se enmarca en el mecanismo de obras por impuestos, a través del cual empresas privadas pueden destinar parte de sus tributos a proyectos de alto impacto social. Camilo Velásquez, gerente de SuperGiros en la zona, subrayó la importancia de esta inversión en un territorio con oportunidades históricamente limitadas. “Invertir en educación es apostar por la paz y el desarrollo.
Este mobiliario es una herramienta para que nuestros jóvenes aprendan en mejores condiciones y puedan construir un futuro distinto”, afirmó.
La iniciativa es especialmente relevante en Caquetá, uno de los departamentos con mayores índices de deserción escolar del país, cercano al 4,5%.
Esta alianza demuestra cómo la cooperación entre el sector público y el privado puede generar soluciones concretas para mejorar la calidad educativa y ofrecer un entorno más adecuado para el desarrollo de niños y jóvenes.












