La alianza beneficiará a 1.200 niños y madres gestantes en 27 municipios, con una inversión superior a los 4.000 millones de pesos. Esta alianza estratégica representa un paso fundamental para abordar la desnutrición en Santander de manera integral. El convenio, denominado Servicio Integrado de Atención y Prevención a la Desnutrición, no se limita a la atención clínica, sino que busca fortalecer el derecho a la alimentación adecuada y la soberanía alimentaria en las comunidades más vulnerables. Astrid Cáceres Cárdenas, directora del ICBF, destacó que la iniciativa forma parte de un modelo integrado a nivel nacional, con una inversión de 4.700 millones de pesos en 65 convenios con hospitales públicos. Las acciones del programa en Santander son multifacéticas: incluyen la creación de huertas caseras con suministro de semillas y herramientas, la entrega periódica de mercados concertados con la comunidad y un plan de seguimiento interdisciplinario con nutricionistas, psicólogos y agrónomos.
Además, se impulsarán las compras locales para dinamizar la economía campesina.
El gerente de la ESE HUS, Ricardo Arturo Hoyos Lanziano, calificó el convenio como una “oportunidad histórica para abordar la desnutrición de manera integral, llegando no solo a los niños en recuperación clínica, sino también a sus familias y comunidades”. Este enfoque holístico busca generar un impacto sostenible que perdure en el tiempo, transformando las condiciones de vida de la niñez y las familias más vulnerables del departamento.












