La Policía Metropolitana validó la documentación y restituyó los fondos, pero la historia no terminó ahí. El alcalde de Montería, Hugo Kerguelén García, conmovido por la acción, decidió recompensar a López de una manera que transformaría su vida: ofreciéndole un puesto de trabajo en la Secretaría de Hacienda municipal.

“Personas como él, con principios firmes, son las que necesitamos para proteger los recursos públicos”, afirmó el mandatario.

La decisión del alcalde no solo premia un acto individual de honestidad, sino que también envía un poderoso mensaje a la sociedad sobre el tipo de valores que se buscan en el servicio público. La Policía Metropolitana también destacó el gesto como un ejemplo de civismo que fortalece la confianza entre la ciudadanía y las instituciones.

Este hecho resalta en un contexto donde las dificultades económicas podrían haber tentado a cualquiera a actuar de manera diferente. La elección de López de hacer lo correcto, a pesar de su propia situación de desempleo, ha sido ampliamente celebrada como un faro de esperanza y un recordatorio de que la integridad es una de las virtudes más valiosas en la construcción de una sociedad justa.