Este comportamiento tiene implicaciones directas para diferentes sectores de la economía nacional, beneficiando a importadores y afectando a exportadores.

La jornada del 20 de noviembre comenzó con el dólar negociándose en $3.730, un incremento en comparación con el cierre del día anterior de $3.714,24. Esta valorización se alinea con un movimiento global clave, donde el índice DXY, que mide la fuerza del dólar frente a una canasta de otras monedas, logró ubicarse nuevamente sobre los 100 puntos. Analistas señalan que, si esta tendencia global se ratifica, podría actuar como un catalizador para que el dólar cambie su tendencia a una alcista en la región latinoamericana, que se ha mantenido rezagada frente al crecimiento global de la divisa. Días antes, el dólar había alcanzado un nuevo mínimo desde 2022, abriendo en $3.716,73, un nivel que favorece a los importadores al reducir el costo de las compras en el exterior, pero perjudica a los exportadores al disminuir el valor en pesos de sus ventas. El reciente repunte indica una reversión de esa tendencia bajista, mostrando la sensibilidad del mercado cambiario colombiano a los factores macroeconómicos internacionales.