En contraste, el oro extendió sus pérdidas presionado por el fortalecimiento del dólar estadounidense a nivel global.
Los precios del petróleo se encaminaban a cerrar la semana con ganancias.
El crudo de referencia Brent subió un 0,66 % hasta los 63,95 dólares por barril, y el West Texas Intermediate (WTI) de EE. UU. avanzó un 0,72 % hasta los 59,68 dólares.
El principal catalizador de este aumento fue el informe de la Administración de Información Energética de EE. UU., que reportó una reducción de 3,4 millones de barriles en las reservas de crudo, una cifra superior a la esperada por el mercado. Por otro lado, el oro operó en terreno negativo. El oro al contado (XAU) bajó un 0,4 % a 4.066,32 dólares la onza.
La caída del metal precioso se atribuye directamente al fortalecimiento del dólar a nivel global y a que los operadores redujeron sus apuestas por un inminente recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
Un dólar más fuerte encarece el oro para los compradores que utilizan otras monedas, lo que tiende a disminuir su demanda.













