Los precios del petróleo crudo registraron bajas, presionados por un aumento en las reservas de crudo en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial. Datos del American Petroleum Institute mostraron un incremento de 4,45 millones de barriles en la semana, reforzando las proyecciones de una mayor sobreoferta global. El barril de referencia Brent se ubicó en US$63,39, con una caída del 2,31 %, mientras que el WTI de referencia en EE.
UU. descendió a US$59,19, un 2,44 % menos.
El mercado también está evaluando el impacto de las sanciones impuestas a petroleras rusas, que ya están generando ajustes en la demanda asiática. En contraste, el oro mostró un comportamiento opuesto. El metal precioso al contado ganó un 0,5 %, alcanzando los US$4.088,03 por onza.
Este aumento se atribuye a su papel como activo de refugio en momentos de incertidumbre y aversión al riesgo, un sentimiento que prevalecía en los mercados antes de la publicación de datos económicos clave en Estados Unidos y los resultados de Nvidia. La subida del oro indica que los inversores buscaron proteger su capital ante la volatilidad observada en los mercados de acciones y criptomonedas.













