Esta apreciación del peso colombiano se atribuye a una combinación de factores internacionales y locales que favorecen a la moneda nacional. La caída del dólar se explica, en gran medida, por factores externos.

Las señales de un enfriamiento en el mercado laboral de Estados Unidos y las crecientes expectativas de que la Reserva Federal (Fed) podría reducir las tasas de interés han debilitado al dólar a nivel global, incentivando los flujos de inversión hacia monedas de mercados emergentes como el peso colombiano.

A nivel local, la moneda ha encontrado respaldo en datos económicos sólidos. La firma Acciones & Valores señaló que la sorpresa alcista en el Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre refuerza la idea de que el Banco de la República de Colombia podría mantener una postura monetaria restrictiva por más tiempo, es decir, sin nuevos recortes de tasas, lo que hace más atractiva a la moneda local para los inversores. En el último año, el peso colombiano acumula una apreciación de alrededor del 9,6 % frente al dólar.

Este escenario tiene un impacto directo en la economía: los importadores son los más beneficiados al poder adquirir bienes del exterior a un costo menor, mientras que los exportadores se ven afectados negativamente, ya que reciben menos pesos por sus ventas en dólares.