Este movimiento no solo borró las ganancias acumuladas durante 2025, sino que también encendió las alarmas sobre una posible consolidación de una tendencia bajista. La corrección de precios fue abrupta, llevando a Bitcoin a tocar mínimos cercanos a los US$89.000 y borrando buena parte de las ganancias que había acumulado desde su pico de octubre de 2025, cuando superó los US$126.000. Los analistas atribuyen este desplome a una confluencia de factores macroeconómicos y técnicos. Principalmente, el mercado reajustó sus expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), asumiendo que las tasas de interés podrían permanecer elevadas por más tiempo de lo previsto, lo que reduce el atractivo de activos de alto riesgo como las criptomonedas. Este sentimiento de aversión al riesgo se vio agravado por la liquidación masiva de posiciones apalancadas, un fenómeno que, según la agencia Reuters, genera un “efecto dominó” que acelera las caídas. En conjunto, el mercado cripto global perdió más de un billón de dólares en capitalización en las últimas seis semanas. A pesar del pánico, el optimismo tecnológico tras el informe de ganancias de Nvidia permitió que Bitcoin recuperara brevemente el nivel de los US$90.000, demostrando su sensibilidad a los eventos del sector tecnológico. Los expertos señalan que el rango de US$93.000-US$94.000 es un soporte crítico, y no lograr mantenerlo podría abrir la puerta a una caída más profunda hacia la zona de US$75.000.