Esta volatilidad ha puesto a prueba umbrales de soporte cruciales, mientras los analistas debaten las causas subyacentes y el posible fondo del ciclo. La reciente corrección de precios ha sido severa, con Bitcoin cayendo un 1.7 % en un lapso de 24 horas y hundiéndose por debajo del nivel de 93,507 dólares, precio con el que comenzó el año. Esta caída por debajo del umbral psicológico de los 100,000 dólares ha sido atribuida a una confluencia de factores macroeconómicos y dinámicas internas del mercado. Varios análisis apuntan a un "sentimiento risk-off" o de aversión al riesgo a nivel global, impulsado por el ajuste monetario y las altas tasas de interés, que presiona a los inversores a vender activos considerados volátiles. A nivel de mercado, las liquidaciones masivas de posiciones largas han exacerbado la caída, permitiendo que los operadores bajistas, u "osos", tomen el control de la dirección del precio. Esta situación ha avivado los temores de la llegada de un "mercado bajista" prolongado, un sentimiento amplificado por advertencias de figuras como Peter Schiff, quien sugiere que el activo podría seguir hundiéndose. Los informes describen a Bitcoin como "tambaleándose" y "atascado en el sótano", reflejando la encrucijada actual entre un posible rebote o una ruptura a la baja, mientras el mercado digiere el impacto de estas fuerzas macroeconómicas que han opacado los desarrollos positivos de la industria durante el año.