La caída se atribuye a una “tormenta perfecta” de factores, incluyendo una creciente aversión al riesgo en los mercados financieros. Esta aversión fue impulsada por la incertidumbre sobre la próxima decisión de tasas de la Reserva Federal de EE. UU. y una fuerte venta de acciones tecnológicas, especialmente aquellas vinculadas a la inteligencia artificial. La debilidad en el sector de IA parece haber contagiado al mercado de criptomonedas. La caída provocó liquidaciones masivas en el mercado que superaron los 1.000 millones de dólares y una salida neta de capital de más de 200.000 millones de dólares. A pesar de que la caída no es la más grande del ciclo actual, el sentimiento de los inversores, según los informes, está en “caída libre”. Mientras algunos analistas ven la corrección como una oportunidad de compra, otros advierten sobre la posibilidad de una caída más profunda, con el siguiente soporte fuerte ubicado en US$87.800.