La diversificación hacia mercados internacionales, especialmente el inmobiliario en Estados Unidos, se consolida como una estrategia clave para proteger y hacer crecer el patrimonio. La desaceleración económica global y los ajustes a la baja en las proyecciones de crecimiento de Colombia por parte del Banco de la República han hecho que el capital pasivo en cuentas de ahorro o CDT sea una amenaza para los ahorros, ya que estos instrumentos no logran compensar la pérdida de valor por la inflación y la devaluación.
En respuesta, los inversores están moviendo su capital hacia activos productivos.
Diego Arrojo, de la plataforma de inversiones Dividenz, explica que “cada vez son más los inversionistas colombianos que han entendido que su patrimonio es como una empresa: debe generar flujos de caja”. La diversificación hacia activos que distribuyen rendimientos en dólares, como el sector inmobiliario en EE.
UU., se ha vuelto una estrategia no solo de protección, sino de crecimiento.
La tecnología ha jugado un rol central en esta transición, democratizando el acceso a inversiones transfronterizas que antes estaban reservadas para grandes capitales.









