Este evento político fue el principal catalizador de las alzas, generando confianza entre los inversores. La expectativa de que el Congreso de EE. UU. lograra un acuerdo para poner fin al cierre parcial del gobierno, que se extendió por más de 40 días, impulsó un fuerte apetito por el riesgo. En Europa, las bolsas abrieron al alza, con el índice de Fráncfort subiendo un 0,67 % y la bolsa de Madrid alcanzando un nuevo máximo histórico por tercer día consecutivo. En Estados Unidos, el optimismo fue igualmente palpable: el Dow Jones cerró en un máximo histórico en la víspera y los futuros de los tres principales índices avanzaban con subidas de hasta el 0,53 %. Las ganancias en renta variable fueron lideradas por el sector tecnológico.
La noticia calmó a los mercados, ya que el fin del cierre no solo reanuda la financiación de agencias federales, sino que también permite la normalización de la publicación de datos económicos clave que habían sido suspendidos, ofreciendo mayor claridad a los inversionistas sobre el estado de la economía más grande del mundo.









