La criptomoneda líder mostró una considerable fluctuación, subiendo hasta los 107.000 dólares antes de retroceder a 103.000 dólares. Este movimiento a la baja le permitió cubrir una brecha en el mercado de futuros de la CME, un evento técnico que los operadores suelen observar de cerca. Sin embargo, la presión de venta por parte de las ballenas impidió una recuperación más sólida.

El nivel de 107.000 dólares se ha consolidado como una resistencia clave, donde los toros han perdido fuerza en múltiples ocasiones. A pesar de la caída, otros grandes inversores intensificaron la presión compradora cuando el precio bajó de 100.000 dólares, proporcionando un soporte crucial.

Los analistas se encuentran divididos sobre el futuro inmediato.

Algunos, como los de Bitfinex, señalan que las condiciones macroeconómicas apuntan a una fase de consolidación, poniendo en duda las expectativas de un "Moonvember" (un noviembre de fuertes alzas). Otros, sin embargo, son más optimistas y creen que el fin de la paralización del gobierno de EE. UU. y una posible relajación de la política monetaria de la Reserva Federal podrían impulsar a Bitcoin a buscar nuevos máximos históricos, manteniendo el soporte de 104.000 dólares en el cierre semanal. Según Glassnode y otros analistas, el activo se encuentra en una zona de inflexión crítica, entre los 90.000 y los 116.000 dólares.