Estas cifras confirmaron las expectativas de los analistas, cuyas proyecciones para la inflación anual se situaban en un rango similar: Corficolombiana esperaba un 5,5 %, el Banco Itaú un 5,4 % y Asobancaria un 5,41 %. La persistencia de una inflación por encima de la meta oficial del banco central es una de las razones clave por las cuales el peso colombiano resulta atractivo para estrategias de 'carry trade', ya que obliga al emisor a mantener tasas de interés relativamente elevadas. Esta situación crea un dilema para el Banco de la República, que debe equilibrar el control de la inflación con la necesidad de no frenar el crecimiento económico. La incertidumbre fiscal y el debate sobre el aumento del salario mínimo para 2026 son factores adicionales que anticipan presiones inflacionarias y limitan la capacidad del banco para seguir el ciclo expansivo de la Reserva Federal de Estados Unidos.