El precio del oro alcanzó su nivel más alto en dos semanas, superando el umbral simbólico de los 4.000 dólares por onza. Este fuerte repunte fue impulsado principalmente por la debilidad del dólar y las crecientes expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos recortará las tasas de interés en su próxima reunión de diciembre. El oro al contado registró una ganancia de hasta un 2 %, cotizando en 4.078,45 dólares por onza, su máximo desde el 27 de octubre. Por su parte, los futuros del oro para entrega en diciembre en Estados Unidos mejoraron un 1,9 %, alcanzando los 4.087,10 dólares.
La subida del metal precioso, un activo refugio que no devenga intereses, está directamente relacionada con la política monetaria.
Cuando se espera que las tasas de interés bajen, el costo de oportunidad de mantener oro disminuye, lo que aumenta su atractivo para los inversionistas. La debilidad del dólar, que también fue influenciada por el optimismo en torno al fin del cierre del gobierno, proporcionó un impulso adicional, ya que un dólar más débil hace que el oro sea más barato para los compradores que utilizan otras monedas. Este movimiento posiciona al oro como uno de los activos con mejor desempeño en el día, compitiendo con Bitcoin por la atención de los inversionistas que buscan alternativas a los activos tradicionales.
En resumenEl oro experimentó una fuerte valorización, superando los 4.000 dólares por onza y alcanzando un máximo de dos semanas. El movimiento fue impulsado por la expectativa de que la Reserva Federal de EE. UU. reducirá las tasas de interés, lo que, junto con un dólar más débil, aumentó el atractivo del metal precioso como activo de inversión.