A pesar de la cautela en los mercados internacionales, la divisa colombiana ha operado en un rango estable, con una tendencia general a la apreciación. Durante la jornada del 6 de octubre, el dólar en Colombia operó en un rango estrecho, abriendo en $3.870 y cerrando a la baja en $3.858,95. Este comportamiento consolidó al peso colombiano como “la moneda emergente de mejor desempeño en la región, con ganancias del 1 % frente al dólar” en la primera semana de octubre. Las principales instituciones financieras del país coinciden en que la debilidad global del dólar continuará respaldando al peso.
Las proyecciones para el cierre de 2025 sitúan la tasa de cambio en un rango entre $3.800 y $4.060. De hecho, la Gran Encuesta de Activos Financieros de Davivienda Corredores reveló que el 73 % de los inversionistas institucionales considera que el dólar en Colombia está actualmente “barato” o subvalorado. Aunque la estabilidad puede ser frágil y depende de factores como los datos de empleo en EE.
UU. y las decisiones de la Reserva Federal, el consenso es que el peso mantendrá un nivel relativamente fuerte. Una cotización en estos niveles favorece las importaciones y alivia los costos de insumos dolarizados para las empresas locales, aunque puede reducir la competitividad de las exportaciones.