El impacto del capital institucional se ha hecho evidente con cifras contundentes.
Los ETFs de Bitcoin registraron entradas de 676 millones de dólares en un solo día, marcando su tercer día consecutivo de fuertes flujos positivos. En paralelo, los ETFs de Ether también atrajeron 81 millones de dólares, demostrando un interés que se extiende más allá de la principal criptomoneda. Un análisis describió esta dinámica como una "inyección de capital de 1.500 millones de dólares desde Wall Street" que repercutió directamente en el precio de bitcoin. Esta afluencia de capital no solo proporciona una presión de compra sostenida, sino que también legitima a las criptomonedas como una clase de activo viable para inversores institucionales y minoristas por igual. La facilidad de invertir en estos productos, incluso con montos pequeños y a través de aplicaciones, ha ampliado su atractivo. El optimismo del mercado se ve reforzado por las crecientes expectativas de que la Comisión de Valores de EE. UU. (SEC) aprobará más ETFs de criptomonedas, con un analista elevando las probabilidades al 100% debido a un "reinicio radical de listados" por parte del regulador.
Este entorno regulatorio favorable es fundamental para mantener el flujo de capital institucional.